As-diez contra un par de sietes, ciega contra ciega, es una batalla destinada a acabar mal para alguno de los dos rivales. Y la mayoría de nosotros estaría de acuerdo en que un enfrentamiento heads-up a muerte en un torneo de poker no es la forma más alentadora de iniciar una relación.
Pero eso es exactamente lo que sucedió cuando la Team Pro Liv Boeree y Kevin MacPhee se vieron las caras en el NAPT Bounty Shootout de Los Angeles el año pasado. Estaban sentados el uno al lado del otro en la mesa cuando llegó dicha mano, y según Kevin, "ambos sobrejugamos nuestras manos preflop". Acabaron restados, pero eventualmente Kevin se llevó el bote al ligar poker de cuatros y acabó noveno en dicho evento. Pero eso no sería el último encuentro del dúo, de hecho, sería el principio de una bonita historia de amor.
Kevin dijo,"No estoy seguro de qué pasó, pero debí llamarle la atención o algo". La semana siguiente el americano viajó a Barcelona y ahí visitó la Sagrada Familia con algunos amigos. Como si fuera cosa del destino, Liv y él se encontraron justo ahí, pues la británica había hecho lo propio con otro grupo de amigos. Ambas cuadrillasdecidieron juntarse y visitar la ciudad juntos y acabaron cenando en un restaurante para después "visitar los clubs" de la ciudad.
Tras este segundo contacto se empezaron a ver con más asiduidad y viajaron a Praga juntos unas semanas más tarde. La relación aceleró repentinamente tras pasar las Navidades juntos en el pueblo de Liv, en el Reino Unido, cuando los vuelos de McPhee de vuelta a Estados Unidos fueron cancelados a última hora. "Después de salir durante un mes, pasamos la Navidad juntos con su gente", dijo Kevin.
A pesar de que un océano les separa, el hecho de viajar a los torneos para PokerStars les mantiene juntos la mayor parte del tiempo. "Le echo de menos cuando no estamos juntos", dice Liv, "así que tratamos de minimizar esos momentos", aunque también remarca que su romance no ha afectado a su competitividad entre ellos. Boeree dice que "aún discuten sobre la mano infame que les enfrentó", pero la mayor parte de sus encuentros "competitivos" se limitan ahora al Ping Pong, al Monopoly o al Poker Chino. A no ser que el sorteo de asientos les obligue a lo contrario, ahora solo juegan a poker entre ellos por diversión, afirma Liv. "Hemos jugado cara a cara en microlímites en PokerStars unas cuantas veces, solo por diversión, mientras él estaba en casa y yo en el Reino Unido. Normalmente dichas partidas eran ridículas, y básicamente tratábamos de hacerlo lo más rídiculo posible en cada mano para el creciente número de espectadores, es decir, lo opuesto a jugar bien". Pero en los torneos prefieren no jugar juntos.
Coinflip romance: Liv Boeree and Kevin MacPhee
Ambos jugadores comentaron que una de las mejores cosas de salir con otro jugador de poker es la oportunidad de tener a alguien con quien compartir los altibajos del juego. "Tener a alguien que entiende el juego y a ti, te permite encontrar apoyo con los vaivenes emocionales del juego", y eso es muy importante afirma Liv. "Del mismo modo, está muy bien tener a alguien con quien viajar a la mayor parte de eventos contigo".
La pareja parece tener una relación basada en la amistad y en intereses comunes, y el glamour que rodea al mundo de los profesionales del poker no tiene mucha cabida en ella. Kevin remarcó que no ve a Liv como "... esa gran estrella de la televisión. Para mí es solo 'mi Liv'... y mi mejor amiga". Aunque este será su primer día de San Valentín juntos, ella dice que no es "particularmente romántica cuando se trata del día de San Valentín. Mientras lo pueda pasar con él estoy contenta".